¿Sabes que hay gente a la que no le gusta la playa? Pues eso.

¡Hola! Con esta entrada quiero dar la bienvenida al verano, una época de destape, de aventura, de desenfreno, de pasión… una época intensa. Aunque es la estación en la que menos soy capaz de crear, puede que por las constantes distracciones que se dan, la verdad es que es de mis favoritas. Pareciera que todo se vive con más intensidad: el ocio, la amistad, la enemistad, el amor, las risas, los llantos… se podría decir que lo vivimos todo con cierto éxtasis.

«El verano, la estación de doble filo»

ISFELA

Sí, lo vivimos todo de manera más intensa, por eso hay que tener cuidado. El éxtasis al que me refiero nos hace dejar de percibir ciertos detalles, en ocasiones, cruciales en nuestra vida. Detalles de los que puede depender incluso el estado de nuestra salud. Desde comentarios que recibimos hasta situaciones en las que nos vemos envueltos y en las que actuamos dejándonos llevar por la emoción del momento. Esto puede pasar en cualquier estación, sí, pero me da la sensación de que en verano se agudiza la inconsciencia. Por eso intento estar despierto, ser consciente de lo que está pasando y de lo que estoy sintiendo.

Hay momentos en la vida – lapsos de milésimas de segundo – en los que es crucial e importante actuar con firmeza, determinación y fuerza. Son momentos tan importantes como peligrosos, la decisión que tomemos en los mismos podrá hacer que triunfemos, muramos o que solo salgamos del paso. Y sean cuales sean nuestras expectativas, la decisión debe ser firme, nos perjudicaría enormemente cambiarla en mitad del proceso; debemos actuar con suma determinación, sin pararnos a mirar atrás ni a los lados, sin distraernos; y tenemos que actuar con fuerza, como si del nivel de fuerza que apliquemos dependiera nuestra vida, tanto física como emocionalmente, da igual si hay alguien de por medio. Lo importante en esos momentos – lapsos de milésimas de segundo – es tomar una decisión que nos permita seguir adelante, seguir viviendo sin hacernos daño a nosotros mismos ni a los demás.

En fin, esta reflexión no es un intento de convencer a nadie de nada, es solo mi percepción y lo que he considerado oportuno compartir.

Ya sabéis, a veces reflexiono.

¡Me encantaría obtener feedback al respecto!

¡Nos leemos!

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9 Responses

  1. Hola, estoy muy de acuerdo:en verano, se agudiza la inconsciencia, y a mi me encanta esta ligereza!
    Suelo aprovechar de ella, ya que, a lo largo del ano, estamos solucionando el cotidiano y sus obligaciones.
    El verano es bendito, por tantas ocasiones de distraerse procuradas y pasa tan rapidamente!
    No entiendo muy bien lo que quieres decir en el parrafo siguente, tendremos que hablar de ello… 😂
    Nos vemos cuando vuelva.

    • ¡De mis épocas favoritas! Hablaremos cuando nos veamos de ello si quieres, en resumen quiero decir que no hay que descuidarse a uno mismo ni el trato que damos a los demás, que por la inconsciencia del verano podemos hacerlo y no darnos cuenta. Un abrazo🤗

  2. Bueno, con esta reflexión que he leído te puedo decir que comparto tu opinión y añado que «donde has pasado el verano pasa el invierno».
    Y con esto, no digo nada y lo digo todo. Jijiji 😅

  3. Pues claro q sí. El verano es luz, intensidad nocturna y diurna, plenitud y sobre todo aprovechar el tiempo al máximo, porque cuando nos queremos dar cuenta se nos acaba. Besitos mi amor ❤😘

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