¡Mucha mierda!
¡Hola! Hoy voy a compartir un microrrelato que me hace gracia. Me he divertido mucho escribiéndolo, aunque no sea demasiado cómico.
Prisa, ansiedad, estrés… se han normalizado ciertas sensaciones hasta tal punto que las vemos como algo inevitable para llevar a cabo nuestros proyectos. Y en muchas ocasiones, nos pueden jugar malas pasadas, por no hablar del daño que nos hacen.
Señoras y señores, ¡disfruten de la función!
Espero vuestro feedback.
¡Nos leemos!
Comienza La Función
Iba en el U2, la única línea que me dejaría cerca de la Plaza del Arte. Después tendría que caminar unos quinientos metros hasta el objetivo, así que recé todo lo que sabía para llegar a tiempo. Bajé a paso muy apresurado del autobús en cuanto se abrió la puerta, ni siquiera me había sentado en todo el trayecto. No era consciente del tiempo que hacía, de la gente que había por la calle, de si alguien me estaba llamando la atención… toda mi energía estaba enfocada en llegar a tiempo al teatro La Real. Eran las 20 h, faltaba media hora para la función y Gonzalo no tenía el maletín, la sensación que inundaba mi cuerpo era la de ser el responsable de que el mundo se acabara o no. Ya tendría que estar en el teatro. Llegué al sitio cuando faltaban quince minutos, la cola llegaba al centro de la Plaza del Arte, no sabía qué hacer. Más de mil personas se disponían a ver la obra más resonada del momento, las entradas se agotaron el mismo día que salieron, personas de todo el país se habían desplazado hasta la capital para verla. Si no le daba el dichoso maletín a Gonzalo, el resultado sería un resonado fracaso.
Tenía que llegar. Me armé de valor, agaché la cabeza y me salté toda la cola haciendo caso omiso a los gritos de la gente que se quejaba ante tan descarada acción. No podía pararme a explicar por qué lo hacía, no lo iban a entender, la gente no entiende la importancia que puede llegar a tener darle algo tan pequeño como un maletín a un actor. Ni siquiera yo lo entendía del todo, pero tenía que dárselo, de lo contrario la obra entera se caería.
Le expliqué a las azafatas que necesitaba darle algo importante a Gonzalo, el protagonista. Una parecía no entender lo que le decía, como si le estuviera hablando en otro idioma, se limitó a sonreír; otra me dijo que no podía, que era muy tarde, me dieron ganas de apartarla de un empujón y estamparla contra una pared; antes de que me diera tiempo a articular una palabra, seguramente un insulto, apareció Helena, la actriz sustituta, quien me agarró de la mano y me arrastró por un pasillo hasta los camerinos. El camerino de Gonzalo estaba vacío, la locución empezó a sonar:
«Señoras y señores, la obra está a punto de comenzar. Recuerden poner en silencio sus dispositivos móviles. No está permitida la grabación total o parcial de este espectáculo. Que disfruten de la función».
Helena me pidió el maletín para llevárselo.
– Se lo daré en un momento. – dijo acelerada.
– ¡Ahí va! – me tuve que sentar de lo que se me vino encima.
– ¡Rápido! Dame el maletín… –
– No lo he traído… –
9 Responses
Lapidaria, la frase. «No lo he traído». A veces queremos ayudar tanto q no nos damos cuenta de q en realidad no hay q alarmarse por contratiempos controlables. La improvisación gestiona con mucha eficacia
¡Totalmente! Muchas veces nos venimos arriba y nos traiciona el entusiasmo o el estrés. Un abrazo🤗
Está mu bien. El final es surrealista 😂, pero a todos nos ha pasado algo de este tipo. Por ejemplo, en casa desapareció el mando de la tele y nadie sabía donde estaba. Al final estaba enterrado en la cesta de las pinzas… 🙄
Jajajaja… al final la realidad supera a la ficción. Me alegra que te haya gustado🤗
«Como si escondiera un secreto terrible…»! 😏
Muy bien relatado, de modo muy realista hasta casi el final, en este ambiente del teatro que nos encanta.
Bienvenidos los dialogos, que dan consistencia al protagonista, tal como sus pensamientos!
El final, genial, lleva al lector a la otra pendiente, se cambia del todo este universo bastante anecdotico, y, por lo menos a mi me da muchas ganas de saber lo que va a pasar despues!
Suspense, suspense…
Vas a seguir con el relato?
Me gustaria!
Me alegra mucho tu comentario, Sophie. Muchísimas gracias. No sé si continuarlo, estaría bien pero también me gusta dejar los finales abiertos y que cada uno se imagine algo. Ya veremos✍️🏼😉
nos enganes o es que tu protagonista tenga mi edad y la mente menopaisica? me gusto mucho, demasiado normal para mi vida cotidiana quizas??! ( Lo siento nada de acentos en mi portatil!)
saludos lluviosos
Me alegra mucho que te guste. Sí, yo también me identifico jajajaja